Lo comenté, ¿ no?… pues eso.
Cayó Murray en semifinales y con él las esperanzas de asistir a una final y no a la coronación definitiva del más grande.
Desde las gradas, John McEnroe, Bjorn Borg, Pete Sampras y el mismísimo Rod Laver ejercieron de testigos de honor.
Poco más que decir.
¡Ah, sí!: ¡larga vida a Su Majestad!